Abeja y flor |
Sintiéndome increíblemente amada por Dios, conmovida hasta las lágrimas, leyendo con avidez, orando honestamente, recordando situaciones personales dolorosas, maravillosas, trascendentes... así experimenté "Cautivante", libro escrito por John y Staci Eldredge, que habla sobre el corazón herido de la mujer y la sanación que solo Dios puede hacer en cada uno de nuestros corazones.
El libro gira alrededor de tres cosas que los autores sugieren que toda mujer anhela en su corazón: que la enamoren, jugar un rol irremplazable en una gran aventura y revelar belleza. Uno de los capítulos se llama Galanteada y en él escriben lo siguiente:
"Tal vez recuerdes que la Biblia usa muchas metáforas para describir nuestra relación con Dios. Se nos representa como barro y Él es el alfarero, o como ovejas y Él es el pastor. Cada metáfora es preciosa y habla a las distintas etapas de nuestra vida espiritual, o de los diferentes aspectos del corazón de Dios hacia nosotras. Pero, ¿has notado que ascienden de una manera sorprendente? Del alfarero y su barro, al pastor y sus ovejas hay una marcada diferencia en intimidad, en la forma en que se relacionan. Y todavía se pone mejor. Se torna más bello y rico cuando nos llama sus amigos. Sin embargo, lo que nos deja sin aliento es cuando Dios dice que es nuestro Novio (prometido, esposo), y que nosotras somo su novia."
¿Por qué olvidamos esta maravillosa realidad? Dios quiere con vehemencia una relación íntima, sin barreras, con nosotros. Quiere nuestro corazón completo, no las migajas. Desea que lo amemos locamente como Él nos ama a nosotros.
"Dios ha escrito el romance no solo en nuestros corazones sino también en todo el mundo que nos rodea. Lo que necesitamos es que Él abra nuestros ojos, que abra nuestros oídos para que podamos reconocer la voz que nos está llamando, para ver su mano galanteándonos en la belleza que acelera nuestro corazón."
A mí Dios me galantea cuando un animalito se me acerca y me ofrece su amistad, como cuando el perrito desconocido de la estación de Ormeño de Tumbes, se me acercó y posó su cabeza sobre mi falda, dejándose acariciar, justo cuando estaba triste y abandonada en un país ajeno, varada porque había una protesta, el bus no podía avanzar y teníamos que pasar toda la noche en ese lugar. Me galantea cuando me regala una canción favorita en la radio (tengo gustos muy singulares), cuando voy en busca de una buena fotografía y me regala un paisaje espectacular, cuando leo una frase que encaja perfecto con lo que estoy reflexionando en ese momento y así puedo seguir y seguir.
"Eres tú quien cautivas su corazón con solo una mirada de tus ojos (cantares 4.9b). Sobre ti se regocija con cánticos y anhela bailar contigo sobre la cima de montañas y salones de baile (sofonías 3.17). Eres tu quien lo deja sin aliento con tu bello corazón, el que a pesar de todas las desventajas, aun tiene esperanza en Él. Permite que esto sea cierto por un momento. Permite que sea cierto para ti. "Piensa en la canción o frase de película más romántica que hayas escuchado/visto, Dios te la dedica ahora, justo en este momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario